Día 2: Probando los TI, Sandos Caracol Eco Resort

Amanece en Cancún y nosotras y nosotros estamos aquí. Somos personas privilegiadas, no cabe duda. Aunque para una familia el día comienza antes. El maldito jet lag apareció para no dejarnos dormir. Adivinan a quién? Seguro que sí, je je.

Después de desayunar, piscina. Es curioso el ser humano qué tan rápido se adapta. Parece mentira que el cuerpo ya no pida otra cosa que modo vacaciones. Es sabio, escuchemoslo!

De la agencia de alquiler de coches nos vienen a buscar para acercarnos a sus instalaciones. Y lo que en principio no eran más de 10 minutos, se convierten en largos 30 por un accidente de tráfico que finalmente fueron 3. Creemos que nada grave por fortuna. Así que ya somos diez, las dos familias y nuestros dos coches, que ya nos acompañan en toda la aventura.

Y llegamos al Sandos Caracol Hotel, un eco resort de todo incluido donde el hotel es la naturaleza y la naturaleza es el hotel. A veces se nos olvida "el poder de uno" donde cada persona es capaz de transformar y sumar y donde la suma de todas y todos puede contribuir a hacer un mundo mucho más sostenible. Pero a la vez está reflexión está hecha desde la hamaca de un hotel donde puedes no parar de consumir. Contradicción a la una, contradicción a las dos, contradicción a las tres, adjudicada. Así que Margarita para las niñas lindas mientras esperan al checking.

Y sorpresas nos regala la vida. Cuando el día anterior en el aeropuerto esperamos al control de pasaportes para pasar a la zona de embarque, una chica con su mochila, se nos coló. Al decirle, nos cuenta que volaba en media hora y perdía el avión. No necesitamos más. Y esa chica está aquí, en el hotel. Y cuando hablamos de esa energía mágica qué es la simpatía de los mexicanos y las mexicanas Verónica forma parte de ella. No para de agradecernos aunque no sea necesario y hasta nos ha presentado a su mamá! Nos ha pasado su contacto para cuando vayamos a Mérida. Veremos si nos vuelve a juntar la vida.

Y más de energía compartida. Cuando ya creíamos imposible hacer reserva en el restaurante japonés, nos encontramos como quien no quiere la cosa con el cheff del hotel, Gerardo Carmona, quién por arte y magia nos regala reserva y simpatía. Mañana disfrutaremos de la comida. De momento, al descanso de la guerrera y el guerrero.

Salud y margaritas ricas.